Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Sherlock Holmes murió este 2010

Las líneas que siguen son una respuesta al anuncio que acaba de hacer el presidente de Warner Brothers, Barry Meyer, de que la película Sherlock Holmes 2 se va a estrenar el 16 de diciembre de 2011.

Debo hacer aclaraciones que considero importantes acerca de la primera parte.

Agradezco, ya que toco el tema, los mensajes que recibí respondiendo a la pregunta que hice al final del “Personajes” titulado El Club de Baker Street (Ver Personajes: El Club de Baker Street, del 24-nov-08 y Elemental, Dr. Freud, del 24-nov-09. Sherlock Holmes es personaje central en ambos). Contesté a muchos, pero algunos de mis “correos” me fueron devueltos como “no localizable el remitente”.

Sherlock Holmes, la película, se estrenó el primero de enero de este 2010 en México. No fue premier mundial. En Estados Unidos comenzó proyecciones el 25 de diciembre de 2009 y en España el 15 de enero de este año, por dar unos ejemplos. Antes de ésta se han hecho alrededor de 200 películas con el detective inglés como protagonista y lo han interpretado 70 diferentes actores. El libro de Records Guinness lo tiene como el personaje cinematográfico más captado por una cámara.

El director del nuevo film es Guy Ritchie, el papel de Sherlock lo interpreta Robert Downey Jr.; el del Dr. Watson, Jude Law; y Rachel McAdams hace el papel de Irene Adler.

Si la película y el personaje principal hubieran tenido otro nombre, el comentario sería que tiene mucha acción y está bien hecha, bien dirigida, como lo había logrado el ex esposo de Madonna en “Snatch: cerdos y diamantes”, con los papeles principales a cargo de Brad Pitt, Benicio del Toro y Dennis Farina.

Pero tenían que tomar el nombre de Sherlock Holmes, el detective por antonomasia. Sabían que era suficiente que esas palabras aparecieran en las marquesinas para darles un empujón hacia el éxito.

Y cometieron el error (¿sacrilegio?) de presentar como Sherlock a un detective que no tiene nada que ver con el original.

La historia toma sólo los nombres: Holmes, Watson, Adler, Moriarty, pero ninguno de los personajes refleja alguna característica de los que han perdurado más de 100 años.

Para comenzar, Sherlock medía “más de 6 pies (1.80 m.) de estatura”, nos dice el doctor Watson en “Estudio en escarlata”, la primer novela acerca del detective, escrita por Arthur Conan Doyle. Downey es notoriamente mas bajito, aunque esto nunca ha sido impedimento para protagonizar el papel que sea, pero Sherlock era tan delgado, “enjuto”, que parecía ser mucho más alto de lo que en realidad era, dice también Watson y no es el caso de Downey.

Holmes era desordenado, pero no al grado de la mugre, como lo pintan en la nueva película. El detective era observador y reservado, el que aparece en la pantalla parece un chiflado exhibicionista.

El afán de mostrar en el nuevo filme a un Sherlock Holmes celoso de la novia de su amigo Watson, al grado de hacer lo posible por evitar la boda, lo pinta como un homosexual reprimido, que no tiene nada que ver con el protagonista de los 60 relatos que escribió Conan Doyle.

Las peleas absurdas, infantiles, como de borrachitos de cantina, de retrasados mentales, entre Watson y Holmes tampoco se dieron en la obra de Doyle.

El papel del doctor John Hamish Watson le quedó como anillo al dedo al actor Nigel Bruce, que comenzó a aparecer en 1939 al lado de Basil Rathbone como Sherlock (uno de los mejores), pero no a Jude Law, que no da la edad, ni la apariencia conservadora con andar lento de Watson.

Efectivamente,  hay un profesor James Moriarty en las historias sobre Sherlock, se trata de su principal enemigo. Mueren juntos al caer en las Cataratas de Reichenbach, en “El problema final”. En la película lo mencionan, pero nunca aparece. Lo hará, han dejado saber, en la segunda parte. En la época en que se publicaron las novelas por primera vez fue tal la cantidad de lectores que mostraron su rechazo a la muerte de Holmes, que años después tuvo que resucitarlo el escritor.

En 1926, dos cuentos con las aventuras del detective aparecieron como escritas de puño y letra de él: “El soldado de la piel descolorida” y “La melena de león”, luego desapareció y no se volvió a saber acerca de su persona. En 1927, Watson publicó “Shoscombe old place” y fue lo último que nos entregó sobre el personaje, pero el relato está fechado antes de 1926.

William Sherlock Scott Holmes nació en 1854, así que al desaparecer tenía 72 años de edad.

Maurice Leblanc, el escritor francés, utilizó el esquema de tomar el nombre, transformarlo un poco y enfrentarlo al ladrón de guante blanco de su serie de novelas en Arsenio Lupin contra Herlock Sholmes; pero Leblanc tuvo tantos lectores que rivalizaba con su contemporáneo, Conan Doyle, y el retrato que hace del detective toma todos los parámetros del original.

Lo mismo sucede en el caso de los muchos escritores que han sido autorizados por los sucesores de Conan Doyle para elaborar un nuevo relato sobre el detective inglés, invariablemente han respetado las características del personaje.

No es el caso de la película Sherlock Holmes, que ahora va por una segunda parte, y el deseo de los que hemos leído los cuentos y novelas originales sería que esta vez respetaran al personaje, que mostraran en la pantalla al que Doyle creó, pero eso quedará sólo en deseo.

¡Lástima! Lo matan por tercera vez, porque al surgir otro Sherlock, con la enorme difusión que la publicidad hollywoodense le ha dado entre aquellos que no lo conocen (las nuevas generaciones y los que nunca lo leyeron) podemos decir que el llamado mejor detective del mundo, el que conocimos, el que seguía viviendo en nuestros recuerdos, se irá con nosotros... Y esta vez sí ha muerto.

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